24/12/11

Loyce e Os Gnomos - O Despertar Dos Mágicos (1969)

Buenas noches mis cuates del garaje. Una vez más me acerco a ustedes por este medio. Hoy para ofrecerles una banda que me mandó un bró de Brasil. Sí señor, hoy tenemos garaje brasilero ¡¡Y no saben la salvajada que les traigo hoy!! Porque es puro garaje, pletórico de fuzz y desmadre. Sin concesiones, sin respiros ni pausas. Como nos gusta a nosotros. Sí señor. En cuanto empieza nos encontramos con Era uma nota de 50 cruzeiros, con guitarra fuzz y ritmo troglodita. Y un estribillo que se repite. Hipnótico. Después José João ou João José, una linda balada con piano y bajo. Unos coritos y azúcar. Pero sin perder la impostura rockera y molona, no mis amigos. A continuación Que é Isso, un potente riff de bajo, una guitarra fuzz que puntea, una voz rockera y el ritmo lento, machacante, como si fuera una anticipación de lo que después, entrado el 2000 y en Argentina, haría de forma tan genial los no menos geniales Houdini (¿los escuchaste bró? si no, andá clickeando para Garagelatino.wordpress, pos que ahí están, además voy a postear a La Guardia Hereje (¡alta banda de tango!) y Didi Wray: si estás pensando que se relaciona con Link Wray, tenés razón: en la calidad y, lo mejor, en el salvajismo con que toca la guitarra. Ahora bien, Didí, mezcla surf con melodías de tango. Y lo hace de la puta madre. Encima, es una señorita inmensamente bella y con onda: ¿Qué más se puede pedir? Nada hermanos. Tal vez sí: que compartan el disco de Didi. Y así será. En Garagelatino.wordpress, tu blog amigo ). El Ep cierra con otra baladita. De mucha percusión y bajo bien al frente. Pero con descontrol, fuzz y gritos hacia el final: impresionante. Lo único malo es que los cuatro temas del Ep están pegados de dos en dos. Yo tenía el sound forge y, justo ahora que lo necesitaba para separar los temas que les ofrezco, caducó la licencia; asique, si alguno puede, le pido que separe los temas y los reenvie para que Wirtis los cuelgue y todos los tengamos como debe ser.

Bien, esta belleza la mandó uno de los muchachos de Vale Verde Records, que es un sello que se dedica a editar belleza garageras y demases de esa inconmensurable fuente de cultura que es el Brasil. Tan marginado, muchas veces, solo porque no comparten el idioma. No es el caso de Garagelatino, ustedes ya saben que acá hay lugar para todos. Bueno hermanos, por otro lado, tengo sentimientos encontrados hoy. Porque me enteré (según lo que dicen los forros amarillistas de yahoo), que Spinetta está muy mal de salud. Para mí el Flaco representa todo un paradigma (además de que lo es a nivel cultural y popular para la música argentina) personal porque fue gracias a que un día me hicieron escuchar postcrucifixión de Pescado Rabioso que llegué a amar el R`n`R como lo amo. Un bajón, la verdad.

Pero también estoy muy contento porque Wilmer (¿te recuerdas de ese muchacho tan culto y atento que aportó todo una colección de rock boliviano, varios compilados de garaje, beat y under peruano, además de compilados de cumbia y, único en su especie: un excelente variado de rockabilly que colgué en wordpress?) está publicando, junto a un colectivo de escritores y autores, una revista llamada Letrasértica. Y me ha hecho el gran honor, no solo de leer lo que escribo, sino también, de proponerme publicar un cuento mío. Además de invitarme a colaborar… wau! Un montón! Genial!! Son estas cosas las que me hacen amar este lugar. Porque me posibilita hacer, crecer y soñar. Acá les dejo el link para que puedan bajar los números que, hasta ahora, ha publicado Wilmer de Letrasértica.

Por último no me quiero ir sin sugerirles que, si quieren conocer al prototipo de racista, xenófobo, prejuicioso e ignorante al cual siempre rechazo, denuncio y critico mediante mis entradas; pásense por la entrada de Los Orientales de Paramonga y vean los comentarios.

Saludos. Y disfruten de Loyce e Os Gnomos en estas navidades.

15/12/11

VA - Psicofásicos de Bolivia

Buenas noches. Hoy traigo un disco que sé les gusta. Porque os va a gustar. Un compendio excelente del rock boliche. Me encantan las bandas bolivianas. Tienen una actitud irreverente, fresca y propia. Los bolivianos son como los peruanos. Negros, feos y cavernícolas ¡Sí! Cómo los envidio. Y no es impostura. Es una suspicacia demasiado chota suponer que Wirtis necesita, en algún modo, construir una imagen. Así sea de filántropo integracionista étnico o de nacionalista protestante conservador ¿Verdad? Por eso, lo que digo, proviene de lo mas intenso en mi corazón.

Bien. Acá, en mi argentina grande y despareja; queda y prevalece la idea de que somos la “capital” de Sudamérica porque Buenos Aires es parecido a Europa, a París y Roma. Qué idea es esa; me pregunté cuando la escuché.

Desde entonces, he pasado los días cavilando, dándole vueltas al asunto ¿Somos una etnia? ¿Qué nos define como tal? ¿La raza? ¿El idioma? ¿La cultura? Fíjense ustedes, mis bróders; acá en el lado centro sur del continente compartimos idioma. Por ende, debería ser sencilla la comunicación. Y lo es. Digo mas: también con Brasil. Ahora bien, es fácil, pero no en todos los niveles, ni tampoco – y ya me están tildando de estratista – tampoco en todos los niveles. Porque, a mí me parece, nos comunicamos mejor en tanto y en cuanto comprendemos la realidad de una forma semejante; es decir, compartimos enfoques respecto al mundo. Así, por ejemplo, entre nosotros, ustedes y yo, hay una afinidad establecida por el garaje. No sé si son buenos o malos vagos, porque, no por compartir un esquema vamos a semejar en todo. Por supuesto que no. De hecho, imaginen qué monótono si todos fuéramos iguales solo por compartir una costumbre.

Decía, que la comunicación es fácil entre nosotros, pero no entre todos. Porque, no sé en vuestras casas, pero por acá escucho mucho prejuicio pelotudo hacia lo “latino”. También es verdad que veo muchas boludeces “latinas”. La idiosincrasia de nuestra gente, para mí, se define en rasgos aindiados, piel ébano. Escuchar a los garageros brasileros, peruanos y bolivian0s es una experiencia fuerte bróders, porque son quienes mejor comunican lo que nos es propio. No porque sean todos indios (aunque así debería ser) sino porque los paradigmas foráneos que se han establecido han provocado que nos resulte ajeno lo que es nuestro, lo que nos define y diferencia del resto. Lo que nos hace únicos y, por eso mismo, indispensables. Pero no, para muchos la “capital de latinoamérica” debe estar en la provincia que mas semeja Europa. Claro, lo de acá es mersa, feo y de mal gusto. De este modo, la descendencia autóctona es vista como diferente y ajena cuando no como malvivientes y peligrosos. Tal concepto solo trae prejuicio y miedo, luego, marginación y rechazo. Una mierda. Para colmo, y ya sé que me supondrán un puto nazi intolerante y frustrado; pero esta gente suele ser la menos favorecida socialmente. Entonces, las calles, los suburbios, son cotidianos. Así esta gente se empapa de lo popular, lejos de la cultura cheta que se define de acuerdo a los prototipos anglosajones; y nace lo propio. Vaya de ejemplo el tango, la cumbia y el regetón. No obstante, también toma de la cultura oficial. Pero la resignifica y reconstruye de acuerdo a los paradigmas populares. Tal es el caso del garaje. Ejemplo mas significativo que Los Saicos no se me ocurre. Aunque sí, sí, este disco que les traigo hoy, el legendario Sicofásicos de Bolivia, pedazo de antología armada con el más fino y troglodita criterio para presentarnos y, por supuesto que sí; demostrarnos que los bolivianos tiene mas rock que todos; porque los discriminamos, los juzgamos, les negamos su lugar en la historia, su salida al mar y cuántas cosas mas, sin embargo ellos rockean ¡Y cómo bróders! ; es gran ejemplo de lo que vengo diciendo.

Sí amigos, para mí esa es la contracultura, escuchar a Los Peyotes gritar “a quién le importa si soy peruano, maricón, si toco cumbia o R`n`R” es pura rebeldía mamada de todos estos cavernícolas que tanto nos gustan bróders, pero claro, va más allá de la música. Bueno. Me aburrí. Me voy. No sin antes agracdecer al Rock de Garage, cuyano de sepa que se copó y me mandó el disco: ¡Gracias!