21/12/16

VA - Baile con la nueva ola (1962)

En este último mes de un año gris, de intemperie para muchos de mis compatriotas, de reimposición de un
régimen socio-económico que premia “los méritos” sin distinguir contextos, generalizando para poder singularizar. La mierda (neo) liberal que convence a las personas de que es un fracaso personal no estar en tal o cual categoría social o vivir tal o cual sueño. Les queman la cabeza para, creo yo, diversos fines. Los más claros y evidentes que yo encuentro son transformar al hombre en un consumista esclavo. Deslindo los conceptos para explicarme mejor: por un lado fomentan el consumismo mediante la eterna y consabida propaganda de la vida “feliz” a partir de ciertos parámetros sociales que, por convención impuesta desde el poder hegemónico; señalan si “triunfaste” o no en la vida.  Ni cabe aclarar que esos parámetros son materiales. Así, te imponen el otro clavo de tu cruz: para ser feliz debés trabajar.
Ya sé, están pensando qué vago este Wirtis, como se nota que es un Garrálapala. Y les contesto que sí, que puede ser porque soy un orgulloso Garrálapala. Pero lo cierto es que trabajar para quien puede hacerlo a partir del estudio es mucho más gratificante que para quien tiene que hacerlo a partir de las inclemencias de la vida. Esas que da la pobreza económica en esta Argentina neoliberal e injusta. Luego, no es lo mismo tener las posibilidades de estudiar – así seas un choto que elige pensando en qué le va a dar más guita y no en qué le gusta – que no tenerlas. Por eso, me chupa la pija el régimen macrista que quiere imponer la idea de la “meritocracia” para imponer sus políticas
de concentración del dinero en los poderosos a costo del esfuerzo del pueblo.
Si sos macrista, radical o de alguno de los partidos fachos y reaccionarios que son gobierno: chupamela.
Bien, aclarado que me cago y detesto la lógica político-económica que impera en la Argentina, les cuento que elegí este disco que devuelve, si bien más añejo y menos brilloso, la idea de aquella república post década infame donde todos los días el pueblo perdía un derecho. Hoy como ayer, la niebla vuelve a suceder. Y por acá resistimos hablando con el teclado, gestando mitines y aguantando la mishiadura.

El disco, más allá de sus simbologías históricas, está muy bueno. Justamente, alejarlo de ese momento lo engrandece: vamos a encontrar acá una entretenida diversidad de géneros muy bien instrumentados. Además aparecen en el compilado, bandas absolutamente desconocidas de la escena pre rock garaje argentina. Muyinteresante. Bajado del inmenso blog Red Peyote. Gracias por compartir hermano.